La decisión de cancelar una tarjeta de crédito está comúnmente relacionada con el sobreendeudamiento. Esto se refiere a que el tarjetahabiente suele consumirse todo el límite disponible en este instrumento de pago, y luego le resulta cuesta arriba saldar su deuda a tiempo o en el plazo estipulado.
¿Pero existen otras causas o escenarios posibles que puedan motivar esta importante acción financiera? La respuesta es afirmativa y en esta nota no solo te explicaremos cuáles son, sino que también te diremos lo que debes hacer para completar este proceso con éxito.
Cuándo cancelar tu tarjeta de crédito
1. Cuando la has sobregirado
Los sobregiros constantes no solo incrementan tu endeudamiento, sino que afectan tu puntaje de crédito significativamente porque son un claro indicativo de que no puedes mantenerte al día con tus deudas.
A ver, un sobregiro cobra vida cuando ya has superado tu límite de crédito. En palabras más sencillas, si tu tarjeta de crédito te permite realizar consumos no mayores a los $1,000, y tu excedes esa cantidad, lógicamente estás sobregirando tu tarjeta al realizar tus pagos.
Y esta no es más que una clara señal de que no puedes mantener tus deudas a ralla, lo cual debe alentarte a cancelar tu tarjeta cuanto antes para que el desenlace no sea fatal.
De hecho, los expertos financieros aseguran que actualmente el endeudamiento con las tarjetas de crédito representa una de las primeras causas de declaración de quiebra de los ciudadanos.
2. Cuando debes pedir un préstamo
A ver, si te ves en la necesidad de solicitar un préstamo para cancelar lo adeudado en tu tarjeta de crédito, pues la mejor idea es que la canceles tan pronto como esté en cero.
La lectura más coherente de esta acción es que supone la adquisición de una deuda paralela, es decir, puede interpretarse como un endeudamiento nuevo para saldar uno más antiguo.
¿Comprendes? Es como sustituir un problema con otro y a la larga esto solo te genera mayores preocupaciones y compromisos financieros que asumir o encarar.
Cómo cancelar una tarjeta de crédito
Ahora bien, si la decisión está tomada y definitivamente deseas librarte de la responsabilidad inherente al mantenimiento y conservación de un buen historial crediticio -en cuanto a tu tarjeta de crédito se refiere-, entonces es momento de seguir estos pasos para finiquitar el procedimiento.
1. Cancela el saldo adeudado
No puedes cancelar este instrumento de pago si tienes deudas pendientes, así que debes asegurarte de dejar su saldo en cero antes de deshacerte de ella por completo.
2. Notifícale al banco tu decisión
Tan pronto canceles tu morosidad comunícate con la entidad bancaria y exprésale tu deseo de cancelar y anular tu tarjeta de crédito, pero sobre todo, asegúrate de que quede constancia de tu petición para evitar futuros contratiempos o malos entendidos que terminen perjudicándote.
3. Guarda los soportes bancarios
Este punto está estrechamente relacionado con el anterior. Verás, lo más seguro es que el banco te asigne un número de cierre o te envíe algún tipo de carta o correspondencia donde se asiente la cancelación de la tarjeta de crédito, y acá tu trabajo consiste en archivar todos estos comprobantes por si algo inesperado llegase a presentarse.
4. ¡Reorganiza tu comportamiento financiero!
Este es el mejor consejo que debes seguir tras cancelar este instrumento crediticio tan importante. Lo más sabio es que evalúes cómo puedes mantener un buen historial de crédito en el futuro para que así evites sobre endeudarte, y no te veas en la obligación de tomar decisiones tan radicales en el mediano o largo plazo ¿De acuerdo?